“Es un lugar que si no te lo dicen no vas, no es visible a pie de calle porque está en un segundo piso. Es pastelería, sala de té y restaurante. Moderna y tradicional a la vez, la sofisticación japonesa hecha pastelería; sutil, refinada, sin estridencias. Desde la jarra de latón con la que te sirven el agua cual lámpara de Aladino, pasando por los palitos de madera tallados a mano, hasta el plato minúsculo de porcelana diseñado por ellos mismos. No tiene desperdicio, ¡te quedarías con todo!".
Por Eva.
Galletas Carlotas, galletas viajeras.
martes, 12 de octubre de 2010
PASTELERÍA HIGASHIYA EN GINZA, TOKYO
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