Nuestra Nochebuena es como la de casi todos: entrañable. Por una noche
se frena nuestro ajetreo diario, las preocupaciones… Pero en nuestra casa,
celebrar esta fiesta es todo un ritual… ¡participamos todos! Como nos pierde la
cocina, cada uno de nosotros hace “su plato”.
Elena prepara cóctel de langostinos. Los hierve durante largo rato,
porque hacen falta muchos para todos, y luego hace la salsita del cóctel… ¡¡Ya
se me hace la boca agua!! ¡Es una gran cocinera! Yo, Carlota, preparo la “roattcol”,
un plato muy típico alemán, que consiste en col roja fermentada con vino, con manzanita
y cebollita confitadas. Y también me ocupo de la decoración de la mesa.
Mi madre prepara su roastbeef , ES-PEC-TA-CU-LAR . Nuestra hermana
Nina se encarga del postre: una compota de frutos secos aromatizados con té y
vainilla acompañada de un helado de biscuit. ¡Mmmm… para chuparse los dedos! A
nuestro padre le tocan los turrones, y a nuestro hermano Rafita tooooodos los “¿Podrías
ir a buscar…?”. Además ejerce de Papá Noel, colocando todos los regalos debajo
del árbol, agrupados por niño…
Para nosotros es una fiesta de los sentidos. Cuando llegamos a casa es
todo “¡oooooh!”, “¡aaaaah!”, “¡este es para mí!”, “¡qué bueno!”, “¡qué bien
huele!”… Y claro, a los más pequeños, nerviosos por abrir los regalos, ¡creo
que en la vida los he visto comer tan rápido!
Querida Amiga: mis mejores deseos para estas Navidades, y un 2012 lleno de amor y Felicidad.
ResponderEliminarQue en estas fechas, cada deseo se convierta en flor, cada dolor en estrella, cada lágrima en sonrisa, y cada corazón en dulce morada.
Un calido abrazo, Laura.