Es época de novias y marineros en miniatura. Lazos, tirabuzones, algún toque de brillo en los labios y miriñaques evolucionados. Es época de comuniones. Recordamos como si fuera ayer el día que hicimos la primera comunión, tan monas nosotras, tan blancas… Aquella mañana amanecimos con cara de santas, apenas rozábamos el suelo. Nos hicimos la más firme promesa de que, a partir de ese día, seríamos buenas, buenísimas... Nuestra promesa duró exactamente un par de horas, pero ¡benditas dos horas para nuestros padres y hermanos!.
Las Carlotas, galletas para comuniones.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Época de promesas
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